viernes, 28 de septiembre de 2012

Guilty



Ahora es la indiferencia, es la presunción, el presentimiento equivocado...un ala rota navegando por un universo estrellado, pero inaccesible. 

He cambiado.

Las manos, aquellos zapatos, siguen vigilando el tiempo, siguen recordando los fantasmas que recorrían los sueños, las pesadillas futuras-las que atolondraban la existencia- y los vestidos rotos.

¿Existe la esperanza sin el amado suplicio?
(Aún se escucha el silencio del piano callando la angustia, la derrota de nunca haberse aferrado a mis manos)

¿Cómo se escucha el alma cuando escuchas gritos constantes de tu mente? ¿Cómo escuchas los sueños si quieres seguir durmiendo? ¿Cómo te vuelves a parar? Movimientos, movimientos, turbulencias, sensaciones inexplicables. El mundo comienza a dar la vuelta.

El universo comienza a dar la vuelta...¿Qué vuelta?

El recuerdo de aquella tarde escribiendo la vida en un pequeño papel blanco, un sueño que se volvería realidad con las manos tomadas en una escalera de piedra, fría como las trampas cósmicas, pero anhelada como un tesoro, como las sombras que se fugaban de los pañuelos y jamás volvían. Un recuerdo se queda en mi cabeza...cierro los ojos, y puedo ver...veo una vez más. ¿Qué vuelta?

Consejos, anhelos, llantos, destinos, música, llantos, angustias, amor, amor, amor, sueños...

¿Qué vuelta?




miércoles, 26 de septiembre de 2012

Rincón



  Como cada mañana me desperté pensando en aquel rincón del mundo en el que iría a morir, un lugar que soñé muchas veces; sueños en los cuales la vida aparecía como un gran torbellino ahogado en sus propias lágrimas. Gran desesperación tuvo la noche durante aquella luna, momento en el cual la luna quiso ahogarse en el mar por milésima vez.

"Ya no hay rencores, hay solo amores, sólo emociones dispersas como estrellas en tus ojos"

Un cisne se enterneció con aquella tristeza y derramó la nieve en el día entero, dejando en claro que la pureza de los ojos sufría mucho más que el alma misma: se derrumbaba, se recogía sobre su pecho a la espera de un mejor vuelo, de la mejor huida.

Mientras tanto, en la distancia, Huidobro recogía el cadáver del último pájaro muerto en algún otro rincón desconocido del mundo.

viernes, 4 de mayo de 2012

En el cielo se deshacen las huídas.-

La gran pregunta al descubrimiento del universo, el gran estímulo de la verdad llegando a un límite insospechado. Como si aquel auto jamás fuese a volver, imaginando un camino gigante, diverso del mundo existente; casi volando por los vientos de la multitud.

Un horizonte comienza a caer.

Otra voz aparece y se reúne con las ya inexploradas amarguras de la desesperación, se impone al viento escarchado de sus ojos, navegando con los gigantes de hierro del amanecer. Gigantes desarmándose como el sigilo, llorando para acariciar una vez las ruinas del templo agonizante.

Y así el sol comenzó a levantarse una vez más.

"No recordarás nada", se dijo a sí misma. El olvido aparece como un ave tratando de caer al vacío con sus alas tan antiguas, con el control de sí misma, pero con las pasiones destartaladas por tantos usos desvariados. "No entiendo", volvió a repetir como tantas veces lo hizo en su cama, rogándole a sus fantasmas y viejas rosas con un murmullo casi inexistente, que la vida la había encontrado sostenida donde no debía, donde iba a desarmarse sin llanto alguno. Los encontró, esta vez, algo más viejos, algo más deshonrados, casi muertos desde ayer. ¿Qué era el ayer? Un ruido de máquinas, del auto viejo yéndose por ese camino ajeno a la razón.
"¿A qué vienen?", preguntó ilusionada, pero entonces todo se volvió negro y triunfó el poder de sus pasiones ante el asombro de los asistentes. No podía contener más la ira de haber perdido, de haberse dejado llevar por la razón. "NO PUEDO MÁS", gritó y aniquiló los sueños de sus sueños, perdió las sombras que llevaba en su pañuelo, y comenzó a navegar por los suelos de aquellos orígenes rojos y llenos de dolor. No se pudo.