sábado, 21 de mayo de 2011

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Espero el vacío gris de la tormenta,
calmada ante una noche de aquellas;
balones negros cayendo en mi espalda,
y el corazón hirviendo de amor.

Tanta razón tenía el sueño,
tanto ardor contaba en esta canción,
tanta fatiga salida del mundo subterráneo,
tanto amor que tengo en estas manos.

Frío de aquel entonces,
frío hasta el alba de un día extraño,
frío que no deseo sentir,
frío que intenta robarse el alma.

Caída en un precipicio gigante,
estafada por mis propios pensamientos.
Quién quisiera tener el corazón violeta,
y esperar las lagrimas como una hoja de papel doblado.
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Te amo.

lunes, 16 de mayo de 2011

Corazón violeta.

Y sigo dándote las gracias por ser mi corazón violeta,
por amarme en aquel murmullo del nido en el vacío,
somos valientes, ya has sido testigo,
¡Ay amor mío!
Destinos que se besan en un sueño para siempre,
la vida en una cinta cayendo en la lágrima más perfecta,
violeta y púrpura de mis ojos,
espada de la mirada, del sol que nace en aquel vientre.

Dulzura mía, somos reyes de un solo pensamiento,
aquel sentimiento que huye con los cielos amenazados por viento.
Hoy es tu mirada, un beso guardado en tu corazón,
mañana es aquel cielo, el sueño por la entrada más bella.
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Gracias por ser quién eres, gracias por ser capaz de acogerme aún cuando la angustia no es sólo mía; gracias por dejarme ser parte de tí.

Para siempre: "Cuando tú te vas un sólo instante, el tiempo y yo lloramos".-

sábado, 14 de mayo de 2011

Muerte

Piensas en ella como un trueno. Aparece atraída por el sol que se quema, por el corazón de la paloma más fría de la ciudad más lúgubre.
Hoy hay muerte, y ninguna hoja cae a nuestro alrededor; y nadie aprecia el verdadero terremoto de su vuelo, ni de su mirada.
¿Mirémosla a los ojos?
Serios,
como hielo,
como sus hijos,
como el verso de Neruda robado por aquellos fusiles de la traición.

Muerte que suspiras en la sien de mi alma, en mi frente de pensamientos;
muerte que vienes escribiendo el hilo de sangre de nuestros días,
muerte que te llevas a aquellos de corazón violeta,
muerte que me agobias, que me desesperas.

Muerte mía, ya somos dos.